Atreverse a volar Cuando llegaste a casa, apenas una palma de mano, cubría tu tamaño, abandonado al azar, tras engaño. Rayas negras sobre el gris, tanta pequeñez y vitalidad, luchabas intenso para sobrevivir, cubierto por amor y seguridad. Creciste fuerte, pesado y poderoso, con garbo, elegancia y belleza, Parecías fiera, de aspecto brioso, acariciarte, era sentir lo que embelesa. Luchaste demasiado, en tejados, enfrentaste indómitos peligros Varias veces tu vida, casi habías dejado, salvado por custodia, de amor y delirio. Siempre hubo cómo, sostener tu indemnidad, año tras año, acompañando con humildad, Hasta que compañera, quien te rechazaba, fue tras dimensiones, dejando dueña, quien la amaba. Comenzaste poco apoco, a envejecer, tus ojos crecieron y no pudieron más ver. uñas no guardadas, en cada garra, tanteaban bordes, temiendo caer sin barras. La delgadez, fue cubriendo tu debilidad, con temblores y gran inseguridad. Buscabas con lamentos la nada, aquello, que desprotección daba. El juego, con uno más jovencito, Irritaba, tus pobres defensas. Nunca perdiste por suerte, el apetito, inútiles tus días, sin sentido ni fuerzas. No habiendo, ya que hacer al polvo, veías más cerca aparecer, se acercaba, el tiempo de perecer… atrevido a volar… buscaste, al cielo merecer.

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